El diálogo y el entendimiento son claves de una buena comunicación y fundamentales para manejarnos a nivel social y profesional.
Está en nuestra mano cambiar el rumbo de una conversación si ponemos conciencia en ella. Si nos mostramos más atentos y comprensivos, nuestro interlocutor tenderá a hacer lo mismo.
- Piensa en el momento más adecuado para iniciar la conversación, cuando los dos estén dispuestos.
- Suaviza el planteamiento, mejorando el tono y la forma en que te expresas. Comenzar de manera demasiado directa o agresiva puede impedir la comunicación.
- Quéjate, pero sin culpar al otro, apelando a tus sentimientos. Empieza las frases con un «yo» (siento, me encuentro, deseo…) en lugar de un «tú» (haces, siempre,olvidas…)
- Exprésate con claridad, procurando no guardarte las cosas que dan dolor.
- Describe lo que pasa sin evaluar ni juzgar. Es difícil, pero a menudo los juicios sólo son parcialmente ciertos. Si la otra persona se expresa será más fácil comprender la situación.
- Muestra un sincero interés por el otro. Haz preguntas, mirales a los ojos, asiente con la cabeza….
- Intenta ponerte en su lugar, entender lo que siente y lo que necesita.
- Haz notar tu comprensión, que sea auténtica… (te entiendo…)
- Parafrasea. Expresa lo que has entendido a tu estilo, para comprobar que no hay confusiones
- Ofrece apoyo, con afecto y atención, pero no des consejos si no te los piden.
- Piensa en qué te está pidiendo realmente la otra persona, y asegúrate qué es lo que quiere de ti.